Storm Crystals – Four tet. Asado. Vino, Eduardo me pidió que lo incluya en el texto. Esquivar las esquirlas de un arma que no se disparó. Fuego amigo, hielos de enemistad. Hay una canción de Four Tet, Skater, que es igual a En la ciudad de la furia de Soda Stereo. Debería escribir un libro con los misterios y secretos de la música popular argentina, o de última, hacer foco en la cumbia, y linkeando a similitudes con por ej el ambient y la cumbia villera (Brian Eno – Pablo Lescano).
El texto que mandó GAN el jueves para el taller incluía esta consigna con un quote de Fabio Morabito:
(…)El estilo le ha salvado la vida, pero quizá fue por el estilo que quiso acabar con ella; tal vez uno de los resortes de su gesto fue la convicción de ser un escritor fallido y tal vez lo sea, como lo son todos aquellos que pretenden escribir el justificante perfecto, que son los únicos a quienes vale la pena leer. Escriben para justificar que escriben, la pluma en una mano y una soga en la otra.
(…) Por eso indaguemos en las sensaciones encontradas, en las vueltas de la vida. (…) ¿Llevarían tan lejos su amor por la escritura? (…)
otro dia que no vamos a cortar el pasto v2
Un test de veinte y siete preguntas que se responde en dos horas. El ruido ensordecedor de cajas cayendo sobre botellas verdes, estacionadas de forma perpendicular adornaba el patio de la escuela con rayos de luz tenues. ¿Tuvo algo que ver la estética del goce? Repregunta. Profecías profanadas sobre los dedos de los asistentes del taller de superficialidades. El asomar de la luz a la oscuridad profunda del núcleo humano, la sazón de los cuerpos, el abismo informático de las relaciones. ¿Se puede lamer sin una lengua? El romance debe sentirse en el cuerpo como besar apasionadamente el paladar de un espadachín. ¿El juego del placer, es un regalo? Jueguito, juguito, chiquito, pequeño, de baja estatura. Merezco escribir más en cada respuesta. Podría volcar lo que quisiera. Ya no hay miedo. «Es siempre la misma fiesta» respondí en la veinticuatro. Surfeaba en un mar de conceptos rotos con mis párrafos entreverados en un montón de hojas a cuatro numeradas y firmadas por la profesora, mientras la idea de una lengua que se devoraba por sí sola acechaba en mi cabeza. Ayudame Ouroboros, no me falles esta vez. Solamente me queda esta prueba para aprobar Vínculos que se Autoconstruyen uno cero uno. Sonreí para los de adentro y los de afuera, anotando cada una de las ideas que se me ocurrían en un bloc de notas aparte. El fuego de la escritura marcada a fuego en el otro, esa que se enciende y no quisiera apagar nunca.
